El color de los dientes se debe a sustancias orgánicas (Cromo esferas) que contienen dobles enlaces sin saturar. Cuando esos dobles enlaces son oxigenados, las cromoesferas se vuelven más claras o pierden color.
Y esto es lo que sucede en el proceso de blanqueamiento: El Peróxido de hidrógeno es la sustancia activa oxigenante que se presenta tanto en su forma liberadora o vinculadora para urea como peróxido de carbamida. El peróxido de hidrógeno en el gel descompone los radicales que atacan los dobles enlaces de las cromoesferas, así es que las decolora.
La parte más externa del diente, el esmalte dental, es incoloro y que por lo tanto el color del diente viene dado por el color de la dentina que está por debajo del esmalte dental. Los productos de blanqueamiento actúan penetrando a través del esmalte para blanquear la dentina y es importante que no dañen el esmalte porque de lo contrario dejarían el diente desprotegido y con un aspecto apagado, sin traslucidez y en definitiva sin vida.
Las tinciones pueden clasificarse en grados según su intensidad y el agente causante del oscurecimiento. Cuando las manchas son superficiales, como las provocadas por el tabaco por ejemplo, pueden desaparecer con una simple limpieza dental. Para las tinciones más profundas es necesario utilizar productos específicos de blanqueamiento.
Las sustancias empleadas en la actualidad son el peróxido de carbamida y el peróxido de hidrógeno en diversas concentraciones y formulaciones. Ambas sustancias se consideran seguras si se emplean en las dosis y tiempos correctos y siempre bajo supervisión de un dentista. Estos productos consiguen una reacción química de oxidación que hace que el diente aclare su color sin afectar a la estructura de los tejidos. El efecto del blanqueamiento es permanente, aunque los dientes pueden volver a oscurecerse con el tiempo, dado que lógicamente seguirán expuestos a los factores que hemos enumerado anteriormente. En general puede ser necesario volver a realizar el tratamiento pasados unos años.
Los odontopediatras son los dentistas especializados que tratan a los niños desde la infancia más temprana hasta la completa adolescencia de los mismos.
Los dientes temporales o de leche son esenciales para el desarrollo general y bucal del niño, ya que ayudan en la nutrición, el desarrollo del lenguaje y sirven como marcadores de posición a los dientes permanentes, por ello, es muy importante cuidarlos y mantenerlos en las mejores condiciones posibles hasta que recambien.
Los niños tienen 20 dientes de leche que comienzan a salir sobre los 6 meses de edad y completan la salida de todos a los 3 años.
El cuidado de la boca debe empezar desde recién nacido, siguiendo las recomendaciones de higiene y dieta acorde a la edad, de este modo se instauran hábitos saludables desde pequeños.
Es recomendable visitar al odontopediatra periódicamente desde que salen los primeros dientes, de este modo se pueden diagnosticar y prevenir posibles patologías, así como prevenir posibles problemas de conducta (temor, miedos,..) ya que el niños se acostumbre a las revisiones bucales.
Existen tres técnicas de blanqueamiento:
Una sonrisa estética es el resultado de una combinación de características faciales:
Los productos que se venden directamente al público contienen una menor concentración de principios activos para evitar problemas en la aplicación que puedan perjudicar la salud. Existen tratamientos de ese tipo que pueden ser suficientes para tratar una tinción leve o como ayuda en caso de dientes que no están muy oscurecidos. En cualquier caso es muy importante evitar el uso de productos que puedan resultar abrasivos, puesto que a primera vista los dientes se blanquearán pero aparecerán problemas más graves a medio plazo.
Por lo tanto aunque se trate de una tinción leve acuda a su dentista y déjese aconsejar sobre los productos existentes en el mercado, él podrá recomendarle lo más indicado en su caso y de esta forma evitará sorpresas.
Además de los tratamientos blanqueadores ofrecemos diversas técnicas de rejuvenecimiento de la sonrisa que nos permiten compensar y reparar los efectos del paso del tiempo sobre nuestra estética bucal.
Indicaciones: Personas con dientes oscurecidos o teñidos a cualquier edad y en general la mayoría de las personas a partir de los 40 años para rejuvenecer la sonrisa.
Duración: En la consulta: una o dos sesiones de 30 min. Tratamiento en casa: Las veces necesarias hasta lograr el color que se desea, siempre siguiendo el criterio del profesional.
Resultado: El blanqueamiento es permanente, aunque se pueden necesitar sesiones de recuerdo al cabo de unos años.
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